viernes, 27 de enero de 2012
domingo, 1 de enero de 2012
El tango esta de luto, falleció la gran cantante uruguaya Nina Miranda
La cantante uruguaya Nina Miranda, de gran éxito en ambas orillas del Plata en la década de 1950 y luego ausente de los escenarios durante medio siglo, falleció este domingo a causa de una enfermedad terminal..
La intérprete tenía 86 años, estaba radicada en Buenos Aires y era considerada por muchos tangueros como la mejor voz femenina que dio Uruguay, donde hizo famosa su interpretación del tango "Maula", junto a la orquesta del maestro Donato Racciatti, hasta que en 1955 cruzó el "charco".
Por intervención del periodista Augusto Bonardo, cantó con la orquesta de Lucio Demare en Radio Belgrano y en el sello Odeón fue acompañada por el conjunto de Graciano Gómez.
Tras haber abandonado el tango en aquella época por imposición de su esposo, un influyente industrial, volvió a lucir la misma voz de antaño en 2004, cuando se presentó en público en el bar Tuñón, junto al guitarrista Alfredo Sadi.
Volvio en el 2005 a actuar en nuestro pais donde hizo varias presentaciones en Montevideo e interior del pais junto al "decano de los cantores'' Raúl Soler, acompañados por un cuarteto dirigido por el maestro Luis Etchebarne.
Miranda tomó su nombre artístico del personaje que interpretaba Libertad Lamarque en "Puerta cerrada", grabó 68 títulos y compuso los tangos "Canción para mi amor" y "No hagas caso de la gente".
La razón de tanta ausencia frente a los micrófono fue "el amor que pudo más", relató la cantante en diálogo con Télam en aquella oportunidad. "Mi esposo me conoció cantando, pero cuando llegó el momento de los papeles me dijo: `O el tango o yo`." El hombre falleció en febrero de 2006 después de una larga enfermedad y su amiga de toda la vida, Elba Cosentino, convenció a Nina de que el mejor remedio contra la tristeza y el dolor era volver al tango.
En su regreso a los escenarios, Miranda se sorprendía por la edad de sus admiradores: "Conozco chicas de 40 años que me siguen y yo le pregunto por qué, si cuando dejé de cantar todavía no habían nacido, pero me dicen que sus padres tenían mis discos".
Consultada sobre los años que estuvo alejada de la actuación confesó que no cantaba. "Me había alejado totalmente, pero el instrumento, la garganta, no se agota; aunque yo pensé que tenía las cuerdas vocales atrofiadas", apuntó.
Acompañada a un maestro de canto por sus amigas, Nina se sorprendió: "Nunca, en mi vida de profesional, había hecho ejercicios de vocalización, tenía impostación natural y ahora estoy cantando como antes, aunque tuve que bajar un poquito el registro".
La intérprete tenía 86 años, estaba radicada en Buenos Aires y era considerada por muchos tangueros como la mejor voz femenina que dio Uruguay, donde hizo famosa su interpretación del tango "Maula", junto a la orquesta del maestro Donato Racciatti, hasta que en 1955 cruzó el "charco".
Por intervención del periodista Augusto Bonardo, cantó con la orquesta de Lucio Demare en Radio Belgrano y en el sello Odeón fue acompañada por el conjunto de Graciano Gómez.
Tras haber abandonado el tango en aquella época por imposición de su esposo, un influyente industrial, volvió a lucir la misma voz de antaño en 2004, cuando se presentó en público en el bar Tuñón, junto al guitarrista Alfredo Sadi.
Volvio en el 2005 a actuar en nuestro pais donde hizo varias presentaciones en Montevideo e interior del pais junto al "decano de los cantores'' Raúl Soler, acompañados por un cuarteto dirigido por el maestro Luis Etchebarne.
Miranda tomó su nombre artístico del personaje que interpretaba Libertad Lamarque en "Puerta cerrada", grabó 68 títulos y compuso los tangos "Canción para mi amor" y "No hagas caso de la gente".
La razón de tanta ausencia frente a los micrófono fue "el amor que pudo más", relató la cantante en diálogo con Télam en aquella oportunidad. "Mi esposo me conoció cantando, pero cuando llegó el momento de los papeles me dijo: `O el tango o yo`." El hombre falleció en febrero de 2006 después de una larga enfermedad y su amiga de toda la vida, Elba Cosentino, convenció a Nina de que el mejor remedio contra la tristeza y el dolor era volver al tango.
En su regreso a los escenarios, Miranda se sorprendía por la edad de sus admiradores: "Conozco chicas de 40 años que me siguen y yo le pregunto por qué, si cuando dejé de cantar todavía no habían nacido, pero me dicen que sus padres tenían mis discos".
Consultada sobre los años que estuvo alejada de la actuación confesó que no cantaba. "Me había alejado totalmente, pero el instrumento, la garganta, no se agota; aunque yo pensé que tenía las cuerdas vocales atrofiadas", apuntó.
Acompañada a un maestro de canto por sus amigas, Nina se sorprendió: "Nunca, en mi vida de profesional, había hecho ejercicios de vocalización, tenía impostación natural y ahora estoy cantando como antes, aunque tuve que bajar un poquito el registro".
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